Senderismo

Caminar en la Naturaleza

Caminos ancestrales cruzan Asturias de Norte a Sur y de Este a Oeste, recorridos desde el Paleolítico hasta nuestros días. Romanos o pastores los usaban para moverse de unos pueblos a otros, cruzando o sorteando valles, ríos y montañas para comprar y vender, llevar el ganado a los pastos altos o bien para ir a la fiesta de quién sabe qué pueblo.
Recientemente estos caminos han sido tomados por ti, por mí, por todos los senderistas que disfrutamos de la naturaleza asturiana, pero no debemos olvidar que tenemos que hacerlo con responsabilidad y seguridad. La responsabilidad de saber que muchos de estos caminos están en espacios naturales y que en éstos no podemos caminar por donde queramos. Que muchos de estos caminos tienen unos límites que no podemos traspasar para no perturbar la naturaleza, por lo que es imprescindible ponernos antes en contacto con quien nos pueda asesorar al respecto en cada espacio natural. Para eso están los Centros de Interpretación o la dirección de los espacios, si fuera necesario.
No recolectar seres vivos salvo en nuestra cámara, sin presionarlos ni correr tras ellos, y, sobre todo, no dejar basura de ningún tipo, y si encontramos alguna que no sea nuestra, recogerla siempre que sea posible. También tenemos que salir con la seguridad de que podemos volver por nuestro propio pie, saber que nuestras condiciones físicas se adecuan a la ruta, llevar las botas y los bastones correctos, y asegurarnos de tener comida y bebida suficientes, ya que en la mayoría de las sendas no encontraremos ni fuentes ni donde comprar o parar a comer a media ruta.

Por seguridad, también es recomendable estar inscrito en la Federación de Montaña que tengas más cerca, y llevar contigo el track de la ruta en una aplicación móvil o en un GPS. Una vez tengas todo esto preparado, sal, disfruta, saca cientos de fotos y compártelas. Haz a otros partícipes de la belleza de esta tierra y de los lugares recónditos y magníficos que guarda.

Debemos tener la responsabilidad de saber que la naturaleza es mejor dejarla como está, que no quede huella de nuestro paso.

Seguridad en la Naturaleza

La naturaleza no está exenta de riesgo, ni siquiera el más sencillo de los paseos. Condiciones meteorológicas cambiantes, desprendimientos del terreno, avenidas de agua, animales salvajes… son imprevistos que pueden irrumpir en cualquier ruta, en cualquier sendero, y para los que debemos prepararnos en la medida de lo posible. Cualquier excursión, por sencilla que sea, debe ser preparada.

Antes de nada…
Evalúa tus posibilidades, debes conocer cuáles son tus limitaciones de distancia y desnivel; para eso es mejor empezar por rutas sencillas, de no más de dos horas y menos de trescientos metros de desnivel, si no tienes costumbre de hacer senderismo. Analiza las condiciones del terreno de la ruta, precipicios, fuentes que pueda haber en el camino, dificultad del recorrido…

Conoce la previsión meteorológica
Una vez tengas claro qué rutas puedes hacer, lo siguiente es averiguar la previsión meteorológica. A día de hoy esto es sencillo, y podemos conocerla para zonas muy concretas en internet (aemet.es). Respeta las alertas y vigila las altitudes de la ruta, que pueden influir mucho en las condiciones en las que se realiza el trayecto.

Víveres suficientes
Asegúrate de llevar comida y bebida suficientes (al menos litro y medio por persona y día) y apropiadas a la actividad.

Equípate
Procúrate un equipo adecuado, siempre es aconsejable utilizar varias capas de ropa (camiseta térmica, prenda de abrigo, impermeable…). Como calzado, se recomienda una bota que sujete el tobillo, para evitar accidentes como torceduras o semejantes. Usar dos bastones ayuda a estabilizar nuestro paso y evita las caídas.

Toma precauciones
Comunica adónde vas a ir, la ruta a la que saldrás, el recorrido previsto y el tiempo estimado a amigos y/o familiares, y avísales cuando acabes. No salgas solo de ruta. Comprueba si vas bien de tiempo, y si ves que no te va a dar tiempo a acabar, recorta la ruta o da la vuelta. Por tu propia seguridad, y la de las especies que viven en el entorno, no te salgas de la ruta. Y si estás en un espacio natural, entérate antes de qué zonas están prohibidas. Evita riesgos innecesarios. Deja cerrados todos los cierres de fincas que te encuentres, y procura no acercarte demasiado al ganado, por tu seguridad y la suya.

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